Cada día realizamos actividades muy diferentes, pero las que más nos gustan reúnen dos condiciones. La primera es estar juntos. Aunque necesitemos momentos de trabajo individual para concentrarnos y comprobar por nosotros mismos todo lo que estamos aprendiendo, trabajar juntos para nosotros es sinónimo de disfrutar a lo grande. La segunda se basa en las dotes artísticas que poseemos. Somos una clase muy creativa, nos encantan todos los trabajos relacionados con las diferentes formas de expresión artística.
Aunque tenemos una sesión específica de Teatro semanalmente, realizamos dramatizaciones en otras materias, como en Ciencias Sociales o Religión. También nos gusta teatralizar las críticas literarias sobre los libros de biblioteca de aula que cada uno leemos después compartimos con nuestros compañeros. Algunas veces, estas dramatizaciones llevan días de preparación, diferentes sesiones para que el resultado sea el que nos gustaría; pero en otras tenemos que improvisar, y en estas ocasiones es cuando más despierta debe estar nuestra imaginación.
Es tanta nuestra ilusión por que el resultado sea el mejor posible, que siempre intentamos contar con un mínimo attrezzo adecuado para lo que vamos a representar. Lo conseguimos a través de diferentes elementos que tengamos en clase, lo traemos de casa o lo realizamos con nuestras propias manos.
Cuando vivimos las cosas, cuando las hacemos nuestras, en los momentos en los que nosotros mismos experimentamos junto con otros distintas vivencias… Estos son momentos en los que aprendemos de verdad.