¿Viniste? ¡Te lo cuento!
El pasado 25 de marzo tuvimos la Jornada de Puertas Abiertas.
Era un sábado y sin embargo los niños venían al colegio y traían de la mano a los padres; escena algo diferente a lo habitual.
Otra escena curiosa era la de los jóvenes matrimonios con carritos que, en lugar de venir corriendo, iban despacio mirando con admiración el nuevo colegio (se nota que son los nuevos).
Una vez dentro, además de una buena acogida, los padres se encontraron participando en las clases.
Ellos, los alumnos; los alumnos, los profes; y los profes, los padres. ¡Qué lío! Pero fue así. ¡Qué gusto! A todos se les veía felices. Buena señal.
Los nuevos, se les notaba nuevos, con algo de susto, pero cada vez más dentro del lugar donde veían cómo iban a ser ayudados sus hijos, el hogar donde tantas horas van a estar.
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