La semana pasada, los niños de las clases de dos años se convirtieron en pequeños exploradores. A ellos les habían contado que por su escuela había animales de la selva, así que se equiparon con sus prismáticos y allí que se fueron a buscar a algún amigo.
Salieron a la sala multiusos y, mirando a través de los prismáticos, encontraron varias huellas que fueron recogiendo y que les guiaron hasta nuestro gran amigo el elefante.
Disfrutaron mucho realizando la actividad y conseguimos agudizar sus sentidos, conseguir su concentración y despertar su curiosidad e imaginación.
¡Estaban alucinados con lo que a su paso iban encontrando!