Sabemos que lo que se hace en 0–3 tiene una repercusión decisiva en los años posteriores. Nuestro Centro aporta a la educación una mirada unitaria desde el inicio hasta los 12 años.
La etapa 0-3 años no siempre ha estado bien comprendida. Para nosotros ha sido siempre de vital importancia y en todos los estudios actuales se afirma con rotundidad que es un período esencial. En él se forjan las estructuras básicas de la persona a nivel neurológico, psicológico, afectivo y social.
La condición básica para ese desarrollo completo es el clima de confianza entre el niño y su entorno educativo donde el papel del profesor tiene especial trascendencia.
El niño no es un ser aislado sino que es una persona en relación, por ello en los primeros años la relación con la familia tiene un valor añadido. La relación a través de las tutorías, los contactos diarios, etc. con las familias permite la continuidad educativa entre la casa y el Centro afrontando las incertidumbres y preocupaciones e integrando las aportaciones de cada uno.
Es fundamental que los profesores sean especialmente observadores para ajustar las propuestas a las necesidades de los niños y plantearles retos que los impulsen a crecer; así como estar atentos para descubrir los procesos que los niños viven. También es importante tener una actitud de flexibilidad, apertura y escucha, acogiendo los descubrimientos y modos de aprendizaje de cada niño y de sus familias.
Cuarenta años educando en estas edades nos han permitido formular de forma madura y sencilla toda la pedagogía moderna con lenguaje de hoy y de siempre.
La metodología activa de nuestro Centro favorece la observación, manipulación, exploración y experimentación. El niño aprende por descubrimiento a través del diseño de experiencias que le propone el educador y que son significativas para su edad. El educador favorece un verdadero aprendizaje para la vida que incorpora la reflexión y la interiorización de cada experiencia vivida.
El entorno educativo es todo lo que rodea al niño y esto incluye la organización del tiempo, las actividades, las rutinas, la alimentación, el descanso, los espacios,…
Por todo esto los espacios del aula están organizados en rincones que respetan el trabajo y ritmo personal de cada niño y que responden a las diferencias e intereses de cada cual.
Los alumnos son copartícipes de esta actividad, y los rincones pueden plantearse de manera individual o en pequeños grupos, dándose simultáneamente diferentes actividades de aprendizaje, diferenciando aquellos rincones que pueden funcionar de forma autónoma (explicándoselo previamente) y los que requieren más presencia del educador.
Todo esto tiene continuidad en el segundo ciclo de infantil con una evolución que exige tanto el niño como su nivel de aprendizaje.
La ambientación del Centro es atractiva y rica en posibilidades. Cuidamos y seleccionamos los recursos y materiales de tal forma que los niños puedan explorar, investigar y manipular para desarrollar los procesos cognitivos.
Nuestros niños se inician en la lengua inglesa a través de momentos lúdicos y que están en conexión con el trabajo que se está haciendo en el aula.
«Si quieres construir una nave, no reúnas a los hombres para hacerlos recoger la madera, para distribuir las tareas y dividir el trabajo, sino enséñales la nostalgia del mar amplio e infinito».
Antoine de Saint Exupéry
Escritor y aviador francés
autor de «El principito»