Como cada nuevo curso, el equipo de profesionales del segundo ciclo de infantil nos planteamos cómo dar la bienvenida a los niños. Cuando entran en el edificio, lo primero que se encuentran es el pasillo. Por eso utilizamos este espacio para impactarles. Este año decidimos, haciendo un guiño a las redes sociales, mostrarles momentos bonitos vividos durante el curso pasado.
En este día se juntan los niños que ya nos conocen y tienen ganas de ver a los compañeros y profesores, y los que comienzan esta etapa y llegan con interrogantes, miedos.. Se mezclan dos tipos de alegrías, de emociones: la alegría por volver a reencontrarse y la alegría y emoción ante lo nuevo.
No sólo los niños están emocionados, nosotros también vivimos esos momentos. Nuestra alegría no es tanta como la de los niños, pero nos contagian con todo lo que traen. A los mayores nos cuesta más “volver a empezar”, pero en cuanto les vemos llegar con su ilusión, nos empapamos.
Empezar en viernes ha sido como un pequeño aperitivo. Les ha permitido una primera toma de contacto. Para los niños es un poco lioso, vienen con toda la ilusión y les “obligamos” a apagarla muy rápido. Se encuentran dos polos: los que les sabe a poco y los que se sienten aliviados.
En estos primeros días, los niños van haciendo suyos los espacios, experimentan con los materiales, se organizan el tiempo… Y los maestros vamos observando cómo es cada uno.
“La escuela necesita de muchas sumas para trazar un camino seguro para pequeñas y pequeños”
Cristina Linares Francisco