La primavera es un tema muy atractivo para los niños. En el colegio lo aprovechamos para trabajarlo por las múltiples posibilidades que ofrece: colores, texturas, etc., por lo que la clase adquiere un ambiente primaveral.
En primavera todo está verde, las plantas florecen, a los árboles les salen hojas, los niños perciben este cambio de estación, pero no comprenden cómo ha sucedido. Ellos solamente ven el resultado. Por ello desde el colegio intentamos profundizar en este asombroso proceso.
Hemos elegido una planta diferente por cada equipo. Cada niño ha sembrado su propia semilla, y ha ayudado en el proceso de riego y cuidado de la planta.
Las plantas sembradas han sido: Rabanitos, Canónigos, Rúcula, Cilantro y Espinacas.
Para que los niños comprendieran de una manera visual cómo crece una planta a partir de una semilla, hemos sembrado las semillas en un recipiente transparente. Las hemos plantado muy pegadas a las paredes, hemos añadido la tierra, agua y finalmente hemos recubierto de plástico oscuro el recipiente. La idea es que una vez crecida la planta se retira el plástico. Al haber crecido muy cerca de la pared del recipiente, los niños pueden ver el resultado final, es decir el tallo por la parte de arriba y la raíz en la parte inferior.
Otro beneficio de esta actividad es trabajar la espera, ya que hay que dar un tiempo para que crezca y por otro lado aprender los cuidados que conlleva: regarla, ponerla cerca de la luz, etc.
Los niños han disfrutado muchísimo durante todo el proceso y se han quedado muy sorprendidos al ver el resultado final. Sus caras al ver cómo habían crecido las plantas lo decían todo.